miércoles, 21 de septiembre de 2022

Como decíamos ayer...

 


Me parecía que fue ayer cuando publiqué la última entrada, la cual, con bastante  optimismo, titulé "Toponimia y etimología ( y fin...creo) " . No iba esa a ser la última entrada, pues a este blog -aunque despacito- le queda cuerda, pero sí la de esa temática. Sin embargo, todavia me queda por añadir otra variable a este nuestro querido nombre de Setenil. Quizás no la última tampoco...

Buscando derivaciones del latín, pero siempre centrado en el "septem"  y de manera casual, encuentro un interesante artículo de una web chilena de etimologías, a propósito de "Sieso", palabra que en Andalucía todos sabemos su significado (persona antipática, desabrida..) .Sin embargo, también es apellido y no deriva precisamente del latín sessus (asiento) del cual vulgarmente pasó a referirse a donde la espalda pierde su digno nombre, sino que como apellido proviene de toponimos de localidades. 

A este respecto, el autor nos dice:

"Pero este Sieso del apellido no es la misma palabra. El hecho de que sea un apellido ya da la pista de que no va a ser el vulgarismo injuriante. Es, en realidad, un apellido toponímico. Sieso es el nombre de algunos pueblitos del Pirineo de Huesca (...) De estos pueblos, y algún otro que quizás quedase despoblado antes, vendrá el apellido. Hay quien lo glosa como de origen vasco (algo frecuente en el Pirineo de Huesca) proponiendo un sie(ts)-ezo que habria significado "el humedal de la ciénaga", otros piensan en un latino sextus, en relación con los pueblos de piedra miliaria como Quintos, Secunda, Cuarte, Utebo, Setenil o incluso el propio sessus latino por el que empezamos, pero en su acepción primera de "asentado", nombre muy apropiado también para un topónimo ". (http://etimologias.dechile.net/?sieso)

Es decir, el autor en cualquier caso hace referencia a que muchas localidades derivan su nombre de la numeración de un miliario romano (Secunda de segundo, Cuarte de cuarto, Quintos del quinto, Setenil según este autor, del sexto, aunque le cuadra mejor septimo, Utebo de octavo...). Cabe, pues, destacar la importancia de la red de calzadas romanas a la hora de interpretar numerosos topónimos hispanos. En la próxima entrada (espero en un plazo breve) desarrollaré la importancia del séptimo miliario a la hora de dar una posible interpretación sobre la etimología de Setenil

Vide te mox



lunes, 20 de junio de 2011

Toponimia y etimología (y fin..., creo)

Para acabar con esta parte introductoria sobre el nombre "Setenil", no he podido resistir sacar a colación un par de noticias que se refieren a los nombres antes analizados.
Santa Cruz García Piqueras, en su novela " Las voces de Setenil" (Molina de Segura, 2008) , hace coincidir algunos pasajes de su obra en el entorno de la Fuente de Setenil, de la que ya hablamos en la anterior entrada. En plena invasión musulmana, hay un sabroso diálogo (pag. 61 y ss.) entre unos visigodos, cerca de la que llaman "fuente de Setenil". Más adelante, en la pag.70, introduce una etimología :

No tanto como quisiera. La fuente dista del pueblo; sólo de
tarde en tarde, cuando el río viene turbio y no se puede beber, los
aguadores se abastecen aquí. A pesar de la maldición, el agua es fresca:
sabe a gloria… ¡Me gusta acompañarles! Me divierte escuchar
sus relatos. Ayn Saytan, Setenil, llaman al manantial –suspiró pesaroso
cuando la llamada se repitió. ¡Le hubiera gustado tanto poder
prorrogar eternamente aquel momento mágico!–. Tenemos que
irnos, mi señora. Hay que llegar a Mulïna antes que anochezca...
Otra vez cantó el ave y su melodía dulce tenía un matiz nostálgico,
triste.

En la pag. 81, ya dando un salto en el tiempo, vuelve a mencionarse la fuente de Setenil como "Setenil" a secas:


–¿Es cierto que pudo ver la mar gracias al Cid?
El gesto del anciano se esponjó al escuchar la pregunta.
–¡Cierto es! –asintió orgulloso–. El Cid... ¡Qué gran señor!
Hombre tan valiente y noble como él no lo ha habido ni lo habrá.
¿Sabes? Estuvo aquí, en el pueblo. ¡Un día nada más, pero estuvo!
Lo sé de buena tinta –bajó la voz que se convirtió en un susurro–,
porque le presté un buen servicio: gracias a mí encontró acomodo
para su mesnada...
El zagal se echó al hombro el zurrón mientras miraba de reojo
hacia el final de la calleja. Temía que en cualquier momento apareciera
su padre dando voces por haberse demorado más de la cuenta.
–En Setenil fue, si no ando mal informado –comentó.
–En Setenil, sí. Allí acampó con su tropa porque disponía de
buena agua y mejor pasto para la caballería... ¡Que eran muchos los
soldados que le seguían! Díjome que iba al encuentro de su señor,
el rey Alfonso VI, que lo había reclamado para que acudiese en
defensa de Aledo. ¿Tú sabes dónde está Aledo? –cabeceó pesaroso
mientras sus encías sin dientes machacaban tenaces el fruto–.
¡Cómo habías de saberlo, si nunca has salido de aquí! ¡Tienes que
ver mundo! ¡Has de ver la mar! –un agudo chillido sonó sobre sus
cabezas. Olayo alzó la mirada y en la penumbra distinguió fugazmente
una sombra que cruzaba veloz–. Es un aguilucho, ¿verdad?
–preguntó el anciano–. Antes había muchos. Y cernícalos y gavilanes.
Ahora quedan menos...

Al menos media docena de veces más es nombrado el paraje, y mencionada una leyenda de amoríos que seguro les suena: (pag. 119)

¿Nunca has oído hablar de la leyenda...? Dicen que hace
muchos años, cuando los moriscos aún podían vivir en paz, sin ser
perseguidos por los cristianos por cuestión de fe, el hijo del alcaide
y una linda joven, que iba camino de Jaén, se conocieron allí precisamente,
en Setenil. Ella marchaba contra su voluntad para contraer
matrimonio con un rico señor de ese lugar, al que no conocía
siquiera. Imagina: se trataba de un hombre viejo, malencarado… Se
enamoraron perdidamente y acabaron por huir juntos de la alcazaba.
Como no sabían dónde refugiarse, buscaron cobijo en el paraje
que les había unido. ¡Donde ahora vamos nosotros…!

En definitiva, y por no extendernos demasiado, esta novela -en realidad una docenas de cuentos ambientados todos en el entorno de la Fuente de Setenil- da fe del cariño que tienen los habitantes de Molina por este paraje, denuncia incluida al final de sus páginas por el desarrollo agresivo urbanístico que está desvirtuando el paraje.
Queda por abundar en el arábigo "Ayn Saytan" que haya derivado en un Setenil, a unos cientos de kilómetros del nuestro. Algunos estudiosos traducen como "Fuente del diablo", pero lo hacen coincidir geográficamente con Alhama (de Murcia), mencionado este paraje en crónicas del sIX. También lo escriben como Ayn Shaitan, pero con idéntico significado. No deja, de todos modos, de resultar coincidente con los autores que hacen derivar a nuestro Setenil de "Diablillo chico".


Dando un saltito en el tiempo, vayamos ahora al Siglo de Oro. Pícaros, bribones, lazarillos.. una sociedad lumpen de picaruelos que tienen un habla propia ,la germanía, lenguaje , jerga, si queremos, que aun sin saberlo ellos, se mantiene bastante actual en el habla de nuestros mozos rebeldes.
Arturo Pérez Reverte, en su discurso ante la Academia, al ir a ocupar la letra "T", se refiere prolijamente a este tema en su discurso "El habla de un bravo del Siglo XVII".
Ruego al lector busque el texto completo de este discurso (se halla disponible en internet), y  verá en la página 16 de las 22 que lo componen, este delicioso texto (habla de los juegos de cartas)

Se juega nuestro bravo el cumquibus de su daifa, evitando las mesas donde fulleros de él conocidos, doctores de la valenciana expertos en ahuecar el as, el rey, el siete o la sota en forma de teja o boca de lobo, astillarlo con una marca o un raspado o hacerle la ceja para reconocerlo, despluman a chapetones incautos con barajas a las que también llaman huebras. Llevan éstas los naipes (los bueyes) preparados y llenos de trampas, o flores, que son tan infinitas como el ingenio (berrugueta, ballestón, tira, cristalina, alademosca, panderete) y que parecen directamente salidas del popular romance de Perotudo:
Diez huebras lleva de bueyes;
cada cual es con su flor,
con la raspa y cortadillo,
tira, panda y ballestón.
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  Prueba primero nuestro bravote con los dados, a los que él llama brechas. Ruedan en su contra, así que piensa que están cargados o tal vez amolados: Mira mal al brechador, a quien le resbala, y decide cambiar de aires antes de que lo dejen en cordobán. Se va a una de las mesas de las cartas donde se aran quínolas y cuaja conversación, que así se dice a empezar a jugar. Pero hace agua, o sea, pierde más que gana. Y como no es de los que callan como en misa, termina jurando a los doctrinales. O, dicho de otro modo, a echar mantas y no de lana, renegando del papo de Adán y del broquel de Eva. No se fía del tahúr que lo despluma, y lo observa con mucho cuidado intentando descornarle la flor, atento a si hace amarre (que es trampa para que salga cierto naipe), o retén (también llamado salvatierra), reteniendo el siete de matantes, o de espadas, que en germanía se conoce como setenil, ronda o cueva del becerro. Carta esa, o buey, que a nuestro bravo le permitiría cambiar su suerte. Pero no lo consigue. Sigue perdiendo, y añusga de mala manera al fullero, que con mucha desvergüenza le sostiene la mirada. Sin duda es brujulero fino, de esos de los que puede decirse:
¡Vive Dios, que no hay mayor
bellaco desde aquí a Roma!
¡Qué bien unos naipes toma,
qué bien sabe cualquier flor!

Resulta muy interesante y curioso que "Setenil" haga referencia en esta jerga, a una carta como siete de espadas ( el siete siempre está presente), y que sea una carta retén, escondida ( ¿hace referencia al paisaje urbano de nuestra Villa ?). Más sorprendente es que los sinónimos sean Ronda o Cuevas del Becerro. No cabe duda que hablamos de nuestro Setenil, no de otra cosa homónima.

jueves, 19 de mayo de 2011

Toponimia y etimología (sigue)

Por último, continuando con la entrada anterior, cabe destacar que en España se encuentran al menos dos lugares más con el nombre de Setenil. Las circunstancias me dan que pensar que no son nombres gestados de manera independiente al de nuestra localidad, sino que provienen precisamente de nuestra Villa.

Fuente de Setenil : En la localidad de Molina de Segura (Murcia), se encuentra la Fuente de Setenil, en la Rambla de las Salinas, formando parte de un interesante ecosistema, muy apreciado por los locales. A esta “Fuente de Setenil” le dedican un reportaje en la revista “Altorreal” editada en la localidad, por la bióloga Carmen Mondéjar-Gil. Lamentablemente, el reportaje está centrado exclusivamente en aspectos ecológicos y no nos explican nada de la toponimia o historia de este enclave. Teniendo en cuenta la situación, no sería extraño pensar que el topónimo se debe a antiguos moradores de Setenil que acabaron allí, bien por el proceso de desplazamiento debido a la reconquista castellana, bien por una repoblación castellana posterior. No es seguro esto que apunto, ni mucho menos, ya que la zona de Murcia ha sido ámbito de influencia levantina (conquista y repoblación por Jaime I), aunque posteriormente también se dieron repoblaciones de castellanos y vascos.
También se documenta un Barranco de Sentenil en Murcia (Repertorio alfabético de la toponimia de la región de Murcia, alfabético de la toponimia de la región de Murcia. VV.AA. EDITUM, 1998 - 658 páginas), que puede ser corrupción del anterior ya que es zona aledaña.
(Como anécdota: Algún autor anglosajón, leyendo erróneamente Sentenil, piensa que el nombre deriva de Bodegas (sentina), así que de ahí el moderno Sentenil de las Bodegas … que es como decir José de Pepe.
Por último, hay una calle “Setenil” en Mission Viejo,California, Estados Unidos, que parece claro que se llama así por capricho local (las calles cercanas son “Trabuco, Marbella, Parque Cordova (sic), Benidorm, Ayamonte”, etc.)


Setenil (calle) .No tiene nada de particular una calle en otra localidad española con este nombre (la hay en Ronda, sin ir más lejos,y en otras poblaciones de Cádiz). Lo particular es cuando se documenta en Salamanca en una obra del año 1606.
Según José Luis Herrero, “En la Historia de las Antigüedades de la ciudad de Salamanca del abulense Gil González Dávila, obra publicada en 1606, aparecen -en forma de anexo- los nombres de 139 calles, incluidas en un perímetro de 6366 pasos. Esta obra inaugura la historiografía local y no es más que un repaso de hechos considerados importantes, narrados al hilo de la cronología y de las biografías de los obispos de la ciudad”. (“Toponímia urbana en la Salamanca de los Siglos de Oro.” Esta ponencia fue presentada en el encuentro Il cammino e la strada (Gli spazi del romanzo nascente), celebrado los días 4 y 5 de Marzo del 2004 en la Università degli Studi del Piemonte Orientale de Vercelli y organizado por José Manuel Martín Morán.)
Cita dicho autor, cuando analiza los nombre de calles relativos a topónimos:

“TOPÓNIMOS: GIBRALTAR (en el XVIII, calle de Expósitos), SETENIL (1380).” (negrilla es mía)

Es decir, ya en 1380 estaba documentado el nombre (topónimo) Setenil en Salamanca. Es interesante que el otro topónimo sea Gibraltar, precisamente. En los albores del S. XIV, Fernando IV inicia una serie de conquistas que culminan con la de Gibraltar, y el sitio de Algeciras, donde muere de peste Alfonso XI (1350). Justo en esta época son las conquistas del mencionado y malogrado Alfonso XI , de Olvera, Pruna y Torre Alháquime . El cerco castellano ya estaba establecido, y Setenil, sin duda, ya era una plaza bien conocida para los cristianos de entonces. Cabe preguntarse el porqué de ponerle a una calle de la lejana Salamanca el nombre de nuestra localidad.
He podido encontrar varias referencias modernas salmantinas a esta calle:
http://elsuelodesalamanca.blogspot.com/2009_04_01_archive.html
Según todas ellas, tanto la c/Gibraltar como la c/Setenil se debe a la participación salmantina en la conquista de ambas ciudades (la de Setenil referida a 1484. esto no acaba de concordar con lo expuesto por el anterior autor sobre 1380, salvo error por su parte o confusión con  la fecha de Gibraltar,etc.) Con esto queda explicado el nombre de Setenil en una calle de Salamanca. Ahora se denomina "PatioChico", según parece, aunque todo el mundo la conoce con su nombre antiguo. La c/Gibraltar, para terminar con las curiosidades, la han rebautizado como del Expolio, como explican en el blog arriba reseñado.



jueves, 28 de abril de 2011

Etimología de Setenil. Introducción.

Nota introductoria.
Debo, antes de nada, dar las gracias a los seguidores del blog.
También debo pedirle -casi suplicarles- que tengan paciencia, porque "parir" cada entrada me cuesta "sangre, sudor y lágrimas" , más que nada porque carezco de tiempo libre suficiente para poner por escrito y medio ordenar las ideas, notas y conocimientos adquiridos en estos años. La ventaja del blog es que sobre la marcha puedo ir añadiendo o modificando según avanza el conocimiento sobre una materia. No pretendo "dogmatizar" sobre cada tema, ni mucho menos. Antes bien, ir dejando ideas sobre temas concretos, y crear un caldo de cultivo para el diálogo.
 La génesis de de este blog, en su mayor parte se la debo a Rafael Vargas (http://setenilrural.blogspot.com/) y a Jesús López, (http://cisbsetenil.blogspot.com/)  que me han "picado" involuntariamente, lo reconozco, con sus respectivas aportaciones
 La "puntilla", por así decirlo, se la debo a Rafael Domínguez, ( http://setenilhistoriaynumismatica.blogspot.com/)  a quien conocí hace muchos años a través de Frasquito (de la tasca Frasquito, en las cuevas del Sol) , y con quien compartí algunos momentos en la fase previa de la excavación de urgencia de la c/Calcetas y años antes. Seguramente Rafael no se acuerde, pero me llevó varios días de excursión por  varias zonas de Setenil que él se conoce muy bien, para ver ruinas y áreas arqueológicas que el conocía sobradamente. De esto ya daré noticia puntualmente en ulteriores entradas, ya que me dió material suficiente para entender bastantes cosas de nuestra localidad. Agradezco también algún comentario recibido o leído que dice más o menos que en poco tiempo están conociendo, gracias a tantos blogs, más noticias sobre Historia de Setenil, que en los últimos veinte años (atendiendo a las noticias publicadas en papel, se entiende)

Acerca del nombre de Setenil. Introducción.
La etimología de una localidad sirve en muchos casos para explicar el origen del lugar. Por poner un ejemplo andaluz, La Carlota (Córdoba) y también La Carolina  (Jaén) aluden al rey Carlos III, quien fundó estas localidades (refundada en el segundo caso) y repobló estas zonas. La etimología y las fuentes históricas explican sin duda el nombre de estas localidades. Sin embargo, la toponima, meramente, no nos dice nada de los pobladores de estas localidades (inmigrantes centroeuropeos, bávaros, y de varias regiones españolas).
En otros casos, es la arqueología la que explica la fecha de un núcleo poblado, siendo el nombre del lugar el que puede aportar datos añadidos sobre los pobladores. Siguiendo con los ejemplos, Acinipo, aquí mismo, gracias a las campañas arqueológicas se conoce su pasado como importante núcleo desde el neolítico y el bronce, prácticamente contínuo durante las etapas protohistóricas y prerromanas. Gracias a la ceca que poseyó conocemos las monedas allí acuñadas , donde figura su nombre, así como en algunas inscripciones y fuentes históricas es mencionada hasta el s. IV después de Cristo (Leo de Acinipo, quien  acude al concilio de Iliberis-Elvira, Granada)  En este caso no hay dudas entre las fuentes y su localización geográfica. La etimología, en cambio, es la herramienta que nos dará pistas sobre el origen : Acinippo no es nombre romano, aunque deba a éstos su esplendor, sino de la descrita por Plinio como la Beturia Céltica ( tienen sus localidades en común el sufijo –ippo o –briga)
Se dan casos también de topónimos conocidos por fuentes históricas, pero de dudosa localización geográfica. Sería el caso de numerosas localidades, mansio o ventas que jalonaban las vias romanas y son citadas por los diversos itinerarios, pero que los historiadores dudan a la hora de asignarlos a algún núcleo actual o ruinas conocidas.

El caso de Setenil
Acerca de Setenil, historiográficamente, han habido dos corrientes a la hora de interpretar el orígen de la población.
Por un lado, una sitúa los orígenes en algún momento de época romana o tardorromana. Por el otro, lo sitúa en el mundo musulmán. Hasta la fecha los apoyos han sido, en el primer caso, la cercanía de Acinippo y los restos romanos diseminados por el municipio; En el segundo, la innegable evidencia de la fortaleza musulmana y las fuentes históricas. En ninguno de los casos hay consenso sobre el significado de “Setenil”.

Ordenando desde un origen cronológico más antiguo hasta el más moderno (en cuanto a fundación, por así decirlo, del núcleo poblacional. No me refiero a la aparición en escena de la teoría expuesta) los historiadores locales han propuesto las siguientes hipótesis:

“Lacippo”.
Cuenca, Madoz y después Chaos localizan Lacippo en Setenil. Para derivar el topónimo, Chaos hace una simpática pirueta conceptual donde de Lacippo se derivaría “Lacisetapoli”, ciudad de cazadores de conejos con lazos de cerda. De Lacisetapoli, por pérdida del prefijo, (como cosa unilateral, sin demostración) quedaría en Setapoli, y después Setenil.
Actualmente se localiza sin duda Lacippo en Alechipe (alrededores de Casares,Málaga), siendo muy directa la derivación de un topónimo desde el anterior. Epigrafía varia, además, apoya sin problemas la correcta ubicación.
Las localidades con sufijo “ippo” son muy comunes en la conocida como Beturia céltica ( Lacippo- Alechipe, Acinippo-Ronda la Vieja, Hippe (¿Olvera?, habiendo sido brillantemente estudiada su problemática por Francisco Villar (Indoeuropeos y no indoeuropeos en la Hispania prerromana. Ediciones de la Universidad de Salamanca. Año 2000 )

“Tebensis Municipium”
Pérez Aguilar, (médico de Montecorto conocido por sus estudios sobre el taller calcolítico del Moral, entre otros), sin otra razón que la similitud fonética, por una mala lectura de una inscripción sita en Acinipo, cree leer Tebensis Municipium, y hace derivar de Tebensis a Setensis, Más detalles de la lectura errónea y toda la polémica subsiguiente en " Carmen Díaz Valera: Epígrafe Latino de Acinippo. Extracto de la revista Jábega, nº 28, año 1979. Diputación de Málaga. )

“Yete”/”Jete”
Diego Rivera expone en su libro “Ronda fue Bobastro” que en el año 923, en un intento del califa Al Nasir Abderramán III por tomar Bobastro, atacó todas las fortificaciones que la rodeaban. Conquistó todas excepto Jete o Yete, inexpugnable. Pactó con Ibn Hafsún (el famoso rebelde mozárabe) la entrega de este castillo y el de Munt Maior a cambio de un período de paz. Para el autor (la anécdota y ocurrencia es suya, no hay fuente histórica que lo corrobore) Jete, obtenida por el califa de esta manera, fue objeto de mofa entre los cristianos, quienes –supone- hacían el comentario de “ ¿Yete?, nihil.. " , es decir, " Jete,nada ¡" . Del "Yete nihil"  se pasaría al Setenil.
La explicación dada tiene dos serios problemas: La primera es que depende exclusivamente de que Ronda fuera Bobastro, y esta hipótesis no la defiende actualmente ningún investigador ( Ronda es la Arunda prerromana y romana). Si , pese a ello mantuviéramos la explicación para Setenil, cabría preguntarse porqué los cristianos no se mofaban también respecto a Munt Maior (latín: monte mayor, localidad de Montemayor, cerca de Benahavis), con un “¿Munt Mayor? Nihil!”. Esta hipótesis, de cualquier modo, utiliza el nihil (latín: nada) como sufijo, que sin duda influenció al autor  por otra hipótesis cronológicamente anterior (la del “Septem nihil”) que después analizaremos.
El autor, por otro lado, en el mismo libro, explica que como el califa estaba dolido por las burlas de los cristianos (que recuerdo de nuevo es una ocurrencia suya) con lo del "Jete nihil" , fundó un castillo para vigilar Bobastro, y le puso de nombre, con cierto retintín un “ pese a todo, Jete” , que es "At Jete" , y de aquí “Atajate”. Comprenderá el lector que esta teoría no se mantiene. Si Ronda no es Bobastro, Setenil no es Jete, ni Atajate tiene este topónimo por capricho de un califa, etc. Es una teoría lo que se dice llevada por los pelos.

“Xaldenil”
del árabe Sâtt denil, ribera gozosa o entretenida. Mantenida por Rossety.

“Xatenil, Xetenil”
del árabe Sâtt an.nil, ribera del añil, y también Sath an.nil, terraza del añil, similar a la anterior, propuesta por Suárez Japón y Ramos Santana. Hubiera evolucionado a Çatannil (pronunciado satanil) y sin dificultad a Setenil. Como apoyo a su teoría, en el Reino de Granada se producían sedas y tintes , a partir estos de las cochinillas, obteniéndose el color índigo o azul. Suponiendo que Setenil hubiera sido un importante centro productor de tintes, el nombre podría provenir de su industria.
Tiene a su favor esta teoría que deriva muy bien el topónimo actual desde el supuesto árabe. En contra, que ninguna fuente cita (hasta donde yo sé) a Setenil como productora de tintes.
No obstante, se da la curiosa circunstancia de que estos autores desconocían al plantear esta hipótesis que existen ruinas de lo que parece una tintorería a escasamente un par de kilómetros del centro de Setenil. Este hallazgo abre una interesante posibilidad: que los musulmanes denominaran a Setenil como tal por la existencia previa de industria de tintes. Para apoyar esta tesis habría que demostrar que las ruinas citadas son realmente de una tintorería y además romana o tardorromana, y no solo una, sino que tendríamos que encontrar un número significativo como para que la localidad mereciera dicho nombre. Por la misma razón , en este caso demostrada, el nombre del río Guadalporcún, deriva de Wad al porcum “río de los cerdos”, siendo latino el “porcum”. Si los musulmanes denominaron así al río es porque tendría abundancia de cerdos hozando, y no de ellos precisamente, ya que es sabido que es animal impuro para su religión.

“Xatanil”
Con el significado árabe de “diablillo”, “demonio chico” y similares. Fue esgrimida por Igartuburo.

“Septem nihil”
Alude al latín siete-nada, y supone que significa que esta localidad se sitió siete veces sin resultado.
Extrañamente a la razón, es una de las teorías más extendidas en la cultura popular, posiblemente por ser de las primeras , expuesta (aunque manifestando serias dudas) por los hnos. De las Cuevas hace ya más de cuarenta años. Otra de las curiosidades de esta teoría, es que su autoría es desconocida. La vuelven a mencionar Suarez y Japón en 1983.
Si se analizan cuidadosamente las fuentes, Setenil (que históricamente ya se cita como “Setenil” desde el s.XIII ) fue sitiada dos veces, tres si añadimos una hipotética en el siglo X (la que es denominada por Diego Rivera como Jete o Yete ). No es de razón ni de sentido común que Setenil tenga este nombre derivándolo de un latino Septem nihil (siete nada, siete veces nada) al primer asedio históricamente documentado, o al segundo, etc. Es como decir (perdone el lector la chanza o broma) que me llamo patizambo porque ando con las piernas abiertas, y resulta que me pusieron el nombre recién nacido, cuando ni yo andaba todavía ni se sabía aún cómo iba yo a andar. Es una de las explicaciones más absurdas que se han dado en todas las posibles lecturas del topónimo.
Los sitios documentados son, a lo sumo, tres, de ellos, los dos más fiables son los de 1407 y el definitivo de 1484. En cualquier caso , sean dos o tres, en todos estos casos las crónicas se refieren a Setenil como tal. ¿Dónde se ha visto que sin haberla tomado ya se aluda , y en latín, al número de veces que no se pudo tomar? (Ver colaboración en: http://setenilrural.blogspot.com/2010/09/las-armas-del-asedio-de-setenil-en-1407.html )

(continuará)

miércoles, 20 de abril de 2011

Ad septem milia

"Ad septem milia" es lo que diría un  paisano de hace dos mil años a cualquier viajero que cerca del cruce de Arunda y Acinipo quisiera ir hacia la zona de Urso. "Ad septem milia" desde esa primera encrucijada ,  hay una aldea, un pequeño núcleo poblacional que no tiene aún nombre, pero que acabará siendo medianamente importante cuando caiga el Imperio romano de Occidente y se convierta en un bastión fortificado bizantino. Ad septem milia, es decir, a siete millas romanas, tienes una "mansio", una especie de "Venta", donde reposar, dar de comer a tus caballos y a tu propio cuerpo.
A siete millas desde ese cruce, siguiendo una de las innumerables calzadas romanas, encontraremos lo que es actualmente Setenil . Ad Septem milia...Septem milia...Septem mil...Settenil...Setenil
En la siguiente entrada demostraremos, como Dios manda,y después de unos años de trabajo, el porqué de esta hipótesis. Ad Septem milia es el nombre de este blog, porque es el que dio lugar al nombre de nuestra Villa
Abrazos a los seguidores de este blog.
Pax et Bonum
Juan Ignacio.